Navidad...

Porque tener una feliz navidad no depende, de qué comamos, ni cuanto...

Ni de con quien estemos o compartamos, por muchos o pocos...

Esta navidad se trata de mi, de cada uno de nosotros, frente a Dios.

Este es un día re pensar y entender que estuvimos lejos, separados y sin reconciliación. Que dimos la espalda, y maltratamos descuidadamente, que tuvimos corazones malvados que hicieron daño por avaricia y egoísmo.... Que en todo esto solo pensamos en nosotros y en nadie más. Que solos anduvimos... y que solos significa... solos... sin nadie más.

Que hemos necesitado ser rescatados de nuestras propias miserias, y de las graves consecuencias que estas habían causado. Que hemos necesitado ser limpiados y hecho un acuerdo de Paz con todo lo que existe y que no pudimos haberlo hecho por nuestros propios medios porque teníamos las manos sucias. La mente y el corazón también.

Hoy, cara a cara con tu Salvador, no te acuerdes de lo rica que esta la cena, o lo fea... o si son dos... o diez para festejar... eso en verdad no importa.

Lo que si importa, es que cuando no había nadie que te salvara, ni nadie que saliera a poner el pecho por vos, o que te diera un abrazo... tuviste Uno que te limpió, y te liberó de las causas en tu contra. Y olvidó sin peros tu egoísmo y desamor para con todo y todos... Olvidó lo que odiaste, y lo que creíste amar y no amaste. Olvidó lo que castigaste a otros, y también sanó lo que fuiste castigado... Porque mientras no tenias quien me salve, Él dio su vida por ti.

Porque mientras no tenia quien me salve... Él dio su vida por mi.

En Él pensamos y recordamos esta noche. En su cumpleaños. Eso reconocemos, y eso celebraremos.