martes, marzo 30, 2010

El verdadero principio de mi historia...

A raíz de un período de desierto emocional y de insensibilidad a mi alrededor, vine a caer en cuenta de cierto sistema de "autodefensa" que suelo "inconscientemente" utilizar en mi vida....
Este se trata de una suerte de "servicio funerario", que osa dar "cristiana" sepultura a las memorias y situaciones dolorosas de mi vida... Si, yo tuve una vida difícil. ¿Alguien pudiera si quiera imaginarlo? Claro que no, todas se haya allí... enterradas...

Para despertar del desierto, y presenciar el desentierro tuve que aceptar la realidad de que fehacientemente he enterrado partes de mi vida y hasta ayer lo hacia...
Pensando y pensando una noche, sin poder dormir, recordé algunas cosas de mi infancia. Ahora veo cómo una falsa perspectiva de mi misma a muy temprano edad, me condicionó a ver el mundo de una manera completamente inadecuada.
Recordé cuánto me costó hacerme de amigas o amigos durante mi infancia y adolescencia. Siempre creía que todos me menospreciaban, que no era digna de ser querida ni elegida por nadie. Y prácticamente así fue... un poco producto de mi actitud de desconfianza para con la vida e indiferencia, tenia siempre esa tendencia de sentirme excluida desde un principio, mucho antes de que alguien tuviese la oportunidad de aceptarme o rechazarme. Obvio, yo prefería descalificarme sola antes de sufrir el dolor de que otros me rechazaran primero. Créaselo o no, estas cosas se transmiten. Lo que pensás de vos mismo se refleja como un cristal en tu actitud hacia la vida. Lo que vos querés creer de vos mismo, sea una verdad o mentira sobre tu verdadera identidad, es lo que otros percibirán en cierto modo sobre vos.

Hoy en día, pocos podría concebir el creer que solo algunos años atrás, yo no era una persona demasiado sociable y contaba con escasos o nulos verdaderos amigos. ¿Dónde empezó el cambio?
Un cambio sólo pudo ser posible, después de que conocí a Cristo, y de comenzar a conocer la verdad sobre mi verdadera identidad.
Para ser más clara. En la práctica, si vos te ponés a mirar las cosas que yo te conté y me contás, exactamente el opuesto, encontrarías que el mensaje de Salvación viene a encajar como la pieza perfecta que le faltaba a mi vida; es decir: yo prefería rechazarme antes de que otros me rechazaran primero. Dios eligió amarme primero... antes de que alguien pudiera aceptarme o rechazarme. Dios es diferente porque Él hace todas las cosas diferentes a la perspectiva y la visión de la mente de todos los seres humanos. El hace las cosas perfectas, desde el principio. Nosotros podemos amar porque Él nos amó primero...no importa lo que hicieron después los demás, no importa lo que yo pensé de mi misma, importa que... antes que nada y nadie... vino Él. Y amó.
Si nadie me quiso... si personas me rechazaron o me aceptaron... o si esas circunstancias fueron reales o no...o si yo solo me las imaginé, y satanás ayudó... ya no importan... porque el principio del cuento cambió su manera de comenzar, y ya no habla de bebés abandonados, ni personas maltratadas o abusadas, ni menospreciadas, ni de injusticias, ni de rechazo o discriminación; si no que todos los cuentos, de todas las personas que viven, vivieron y vivirán...sea cual fuere lo que creen de si mismos, empezaron de la misma manera, y dicen:
"Porque Dios amó primero.... "Fulanito" (Complete con su nombre) vino al mundo para ser Hijo amado..."

Porque Dios amó primero... Andreita vino al mundo para ser Su Hija amada...

Y ahora contemos la historia de nuestra vida empezando con este principio. ¡Es obvio! La perspectiva de todas las cosas cambian automáticamente... ¡tienen que cambiar! porque vos sabes la verdad de todo...y la verdad dice... que antes que nada pasara en tu vida, fuiste amado. ¿Qué vacio podría sentir en mi vida ahora si antes que nada... fui amada...?
Ahora veo claramente como mi infancia pudo ser una bolsa de basura desde mi perspectiva sin Cristo. Mi adolescencia un cúmulo de soledad, lágrimas y rechazo (auto rechazo y rechazo de otros). Ahora empiezo a desenterrar cosas del pasado... Ya no tengo temor a hallarme sola, rechazada, insignificante, sin valor ni propósito. Un error de la vida y la naturaleza... (¿Quién no se ha sentido así?).
Ahora conozco la verdad completa, y reconozco que antes estaba viviendo en la mentira de una verdad parcial. Yo vivía ignorando el principio de mi historia; ignorando lo que dice el comienzo del libro de mi vida... ¡Qué distinto hubiese sido todo, si solamente hubiese yo sabido que las primeras palabras decían...

"Porque Dios te amó primero.... viniste al mundo, para ser su Hijita amada"

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